jueves, 17 de diciembre de 2015

Look for the white quiet hearted animals

There are animals
with white quiet heart.
Animals who lick your skin,
animals who don't understand your betrayals.

They would never bite your hand,
they would never hurt your feelings.

They look like humans,
yet they are more than that.

They slide into your bed tenderly,
kiss your fingers one by one.
Sometimes they will call you crocodile
so you know you could be an animal too,
if you were worthy of it.

Look for these animals.
Look for them.

So far I can say
they have a small frozen nose
and soft burning ears.

Hebras

Habrá enredaderas
en las fachadas de la ciudad
que nos recordarán a entonces:
éramos enredadera.

Somos ahora hebras de entonces,
delgadas y frágiles,
hebras enredadas:
no se unen,
no se anudan,
no se abrazan.

Hebras sin conexión
de un lado al otro del mundo,
hebras que el tiempo solo
es capaz de quebrar.

Y hubo un tiempo
en que abrazábamos,
en que éramos enredadera,
en que soñaba con seguir teniendo vida tuya
en mí, tu agua y tu luz:
hijos que formaran parte de nuestro jardín,
hijos que jugaran en nuestro jardín.

En aquel tiempo todavía pensaba
que te gustaba tomar mi mano,
como si saborearas cada segundo
de ese tacto,
porque tuyo era,
porque a ti te lo daba.

Pero ahora solo veo hebras:
no hijos, no tierra, no jardín.

No por eso el amor es menor.
No por eso las hebras no hilan.