lunes, 23 de noviembre de 2015

Balada triste

Tengo insomnio,

dolor de espalda,

la vida encerrada.

Además ya no estás tú.

Me he reducido a contar las horas

que nos impiden comunicarnos.

Tú duermes cuando yo debería hacer mi vida.

Pero no sé qué hacer con mi vida cuando duermes.

Mis ojos no terminan de cerrarse 

cuando saben que los tuyos miran

en la otra parte del mundo. 

Me cansa esta queja de quejarme,

la queja del feliz infeliz,

me cansa cansarme de ello:

el mundo se desquebraja

y me da igual

porque no tengo con quién compartir

la alegría

de toda mi suerte. 

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