martes, 10 de marzo de 2015

Sin queja, con verdad

No hay queja en mi boca,
vida,
porque no cabe.
Se mecen los días,
la espalda me duele más ahora
-paradoja-
y sigo debiéndole mucho
a la suerte.

Pero eres puta,
vida,
porque naces siendo feliz
y siempre
acabas muriendo
vieja, cansada, sucia,
porque un niño sin vida es cruel,
pero es cruel la vida que pesa
porque ya no eres niño.

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