martes, 2 de septiembre de 2014

Refugio y hogar

Para Abel

Versos incrustados de
Manuel Altolaguirre,
Gino Paoli
y Gloria Fuertes 

No es ya secreto
que se descaman
las horas
cada vez
que en horizontal
cerramos los ojos.

Me cuesta acabar la maleta
como quien concluye un capítulo
que aún no ha comenzado.
Cruzar la puerta de casa
y comprobar que el tiempo
no es una medida
sino una suma [tú+yo= : )],
percepción de felicidad.

"Vivo despacio sin ti,
sin ti mis horas son largas"
y podría pasarme la vida
curándote todas las heridas
que no te dejas ver,
buscándolas detrás de tus ojos-sonrisa,
besándolas mucho,
queriéndolas así.

Dentro,
estás muy dentro,
casi sedimentado,
del todo parte de mí.
-Siempre dentro,
siempre
-Cross your heart

No busco tu promesa
ni tu obligación.
Tu libertad inunda
todo este espacio,
las puertas nunca
se cerrarán con mi llave.

Septiembre. Septiembre.
Mezzo settembre.
Después deberé a tu ausencia una vida
y no sabré cómo llenarla.
El tiempo contigo es otra cosa.

Que "come ieri sono perso
nei tui occhi grandi, oscuri
che mi guardan dentro al cuore",
que el amor de verdad se ve,
se toca, se huele, se muerde,
se hace.
Así, me haces
cualquier animal bueno.

"Se un giorno io perdesi te,
io resterei metà di me,
io resterei metà del mondo",
y seré mitad
y seré frío (y el del frío eres tú)
y seré la sombra que era
["yo quisiera ser ángel y soy loba,
yo quisiera ser luminosamente tuya
y soy oscuramente mía"].

Irse es sinónimo de huir
y quizá ese fuera el motivo,
pero ahora no soy grieta,
no soy más duda.
Sé que me darás la mano,
me arrimarás la maleta,
besarás mi frente,
dirás 'hasta luego',
nunca adiós,
porque aquí dentro
tienes tu refugio
y en tu pecho
tengo mi hogar.

Que de plurales vidas
esté tu vida llena,
Abel,
y yo que lo vea.