lunes, 21 de julio de 2014

Y el mar

Y entonces,
cuando la ola surge con calma,
después de un aire precavido,
estoy yo,
concha en la arena,
restos calizos
mecidos, zarandeados,
inertes,
como soy,
no muerta,
INERTE.

En mi superficie
hay vida que late:
musgo, alga;
y yo soy ser vivo
-milenario-
pero seco,
desnutrido,
compuesto por
minerales inútiles
que no saben ser 
nada más
que albergue de otros seres,
elemento que se da
-pobremente-
a vidas ajenas.

1 comentario:

  1. Clara, eres la consecución de las letras. Lo que ellas querrían ser cuando se juntan. Bonito mar.

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