domingo, 4 de mayo de 2014

Grito amortiguado I

¿Es ésta la joven prostituta de la que hablabas?
                                                                               (¿a qué vienes ahora, juventud?)
¿Esa de conjunciones nasales con timbre i repetidas?
                                                                               ( ni-ni, ni-ni, ni-ni)
Yo no la he visto

,es decir,
 
no me he visto tan rendida como dices,

no me he visto tan lúdica ni tan egoísta.

Me he visto reflejada en otros mil pedazos

de carne pensante y tierna,

ordenada sobre sus huesos,

articulando miembros y palabras,

con cada uno de sus ojos (de hombre o de mujer)

destellando la verdad

mientras estudian, o charlan, o caminan hacia ninguna parte.

He visto sus años de esfuerzo en la frente,

como un sudor que se sale de las cuencas

a inundar la incertidumbre,

a alimentar la desesperanza.

Les he visto a todos ellos

abarrotar bibliotecas de guardia

y soñar con los ojos abiertos (por eso del café)

si quizá exista el futuro, ¿qué quieres ser de mayor?
                                                                              (¿Podré ser algo?)



No sé dónde está la fórmula

que nos vaya a sacar de ésta.

No tengo ni la más remota idea de si las horas me darán trabajo.

Pero afirmo y reivindico que valemos sobre todas las cosas

,no sólo por el esfuerzo,

también porque somos humanos.



¿Es ésta la joven prostituta de la que hablabas?




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