lunes, 28 de febrero de 2011

Sólo tú - tu sombra pasó

Ayer noche
me despertó
un paso.

Sólo uno.

Luego no pude
conciliar el sueño.

Tu tú eterno.

Fue sólo un paso,
pero demolió
la tranquilidad
del dormitorio.

De la cama vacía,
del vacuo corazón
ya acostumbrado.

De la garganta
incólume tras
miles de besos.

Del estómago
fuerte y resistente
tras miles de patadas
(de sus sueños rotos).


___________________________

Me levanté,
jadeando.
El cuerpo
se iba erguiendo
con dolores del
inquieto pasado.

Sólo tú,
sólo tu paso,
sólo tu sombra.

Tu sombra pasó
como un aire caldeado
y... me fulminaste
con tu llanto demacrado.

sábado, 26 de febrero de 2011

Lía

A veces a tu lado
me pregunto si,
tras tu sonrisa,
enorme, hay cabida
para todos mis deseos...

Si, entre tus cabellos,
Lía, los rizos revueltos,
castaños y pequeños,
se halla la vida plena.

Y lías, Lía, lias
tu vida con la mía
¡Anda tonta!
No te rías,
es un tema serio...
¿En tu cama o en la mía?

Sería fácil,
muy fácil
decirte cosas bonitas
y dejarte después,
jadeante.

Pero no es eso,
pequeña, lo que busco
en tus rizos llanos
y en tus pies estrechos.

Prefiero amarte con fuerza.
Prefiero penetrarte por dentro;
terminar con la escoria de los
mitos que nos matan.

Y recuerda que, querida mía,
esto es un secreto.
(Tú eres mi secreto)

lunes, 21 de febrero de 2011

Rizos intensos

Hoy vuelve a llover,
Holly.
"Dios estará enfadado"
"No, solo algo...
deprimido"

Y cojo el coche.
Run Run.
"Arranca y que no se cale."
"¡Joder! Con esta lluvia
no sé ve una mierda."
"¡Clara! Esa boca"
"Perdone, padre."

Baja Santa Engracia,
y Villaverde,
después a Castellana,
y Dios ¿Qué hace?
Dios llora.

Decido,
o no decido,
debo.
Frenar de golpe.
Los rizos intensos,
canosos.
Canosos, antaño
muy muy negros.

¡Cómo pasa la vida,
y antes se nos pasa si
cogemos el coche!

jueves, 17 de febrero de 2011

Esperanza

Tendría que estar escribiendo un comentario de lingüística... cierto.
Pero no pienso hacerlo, no, hasta que, por lo menos, sea capaz de hablar de algo.
Voy a hablar de ... La Esperanza...
¿Por qué?
Veréis... yo tengo una alumna... bueno aunque no sé si en realidad aprende ella algo de mí... desde luego yo aprendo mucho de ella; la susodicha debía hacer una redacción sobre la esperanza, pero no ha sabido como encauzar sus ideas ( lo mismo que le pasa siempre) y al intentar ayudarla con un principio me he quedado absolutamente en blanco. Quizá la dificultad del tema fuera mayor de la que me imaginaba... incluso para mí. Por eso hoy no dormiré bien hasta que no consiga hacer una redacción decente sobre la Esperanza, con mayúsculas, por como dice mi discípula, la Esperanza es un sentimiento de los seres humanos, y ...

Todos los sentimientos de los seres humanos deben ser tratados como dioses, como elementos superiores. Ellos nos dominan , nos pueden en las peores y mejores situaciones de nuestra existencia, y existen antes de que nosotros emerjamos del vientre materno. Antes de que yo naciera mi madre sentía Amor hacía mí, sentía miedo (el miedo no merece mayúscula, porque no nos domina, lucha con nosotros, es un igual) de que su vida se truncase, de que las cosas no salieran como debían, de que no fuera una niña medianamente normal (aunque no sé si eso finalmente se ha conseguido) ; sin embargo, también tenía un pálpito: saldrá bien, será niña, y seremos felices. Tuvo Esperanza.

Si mi madre no hubiera tenido Esperanza en que su vida podía ser maravillosa, que es a lo que todos aspiramos, no seguiría viva, no habría siquiera superado los dos años de vida, porque se habria rendido. Igual que todos. La vida por unas u otras circunstancias puede resultar complicada, también fantástica. Todo depende de lo esperanzador de tu mirada. "Sin vida no hay esperanza" dicen, pero ¿Acaso sin Esperanza hay vida? Sin Ella nadie respiraría, no tendríamos metas, no habría ilusión ni salvación. No podemos imaginar una vida sin Esperanza porque Ella misma nos hace levantarnos todos los días, desayunar (culaquier cosa de la nevera, por poca que sea) y ponernos los zapatos (si tenemos) para luchar otro día más.

La lucha, la lucha, a eso nos alienta la esperanza, a una batalla por nosotros mismos, por la supervivencia de nuestro espítritu. Y eso es la Esperanza señores, un impulso nervioso que nos envuelve  y nos domina en la mayoría de los casos, para que no caigamos ni en el miedo, ni en el hastío, ni en la desesperación (por supuesto, sin mayúscula). Es la sonrisa que nos hace sonreir.   

domingo, 13 de febrero de 2011

Poca intensidad

7 de la tarde.
Según internet
la lluvia es de poca
intensidad.

Como los deseos
que laten en
corazones demasiado
distanciados como
para comunicarse
en su idioma.

Igual que la poca
intensidad de
las luces de un coche...
¡Pum! provoca una
catástrofe.

Así es la intensidad
de la lluvia,
que en este día
(previo a los amores)
Arrastra la contaminación
que una jornada
será nuestra asesina.
(porque la intensidad
de la lluvia será mínima.)

Poca intensidad.
Como esa noche,
ese polvo
¿lo recuerdas?
Ya no aguantabas,
pero, ya sabes,
necesito más tiempo.

Poca intensidad
de la lluvia y de
mis venas... que ya no
permiten a mi corazón
repartir su sangre, han
pedido vacaciones.
Pobres, todos necesitamos
descansar un tiempo,
incluso el sol,
aunque la sustituta sea solo
lluvia de poca intensidad.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Una copa...¿Quién sabe cuántas más?

-Reconócelo-le dijo ella a él- fuiste un caballero.
Aquella noche, me invitaste a una copa,
todo un clásico. Y... ¿Recuerdas la música?
-Sí, era horrorosa, pero... ¿sabes? Fui un
clásico, porque tú no eras típica.
La única en vaqueros y zapatillas...
y esa camiseta ancha...
-Sí, la pereza propia
de mi naturaleza. Ya me conoces...
Siempre a contracorriente.
-Te vi, por primera vez,
y , bueno, sabes que no fue un flechazo,
no del todo. Fue la intriga de tu rostro
tan expresivo y agotado, flexible.
-Sí, y eres un clásico de nuevo.
-¿Por?
-La flor.
-Es verdad, en realidad, no era para ti.
-Lo sé, no podía ser para mí.
-No, porque era para una de las muchas,
las miles, que como clones, bailaban en esos
tacones que tu no calzabas. Una de esas
que se tambaleaban en aquella música fuerte.
Pero, al verte, en aquella comodidad tan básica,
tan común y allí tan inusual, predije que sólo,
sólo alguien como tú podría pintarla de algún color.  
-Y sabes, ahora ya lo sabes, que solo la habría
aceptado de alguien como tú.